
Una explosión sobre el techo del edificio conocido como el Palacio del Senado, donde se encuentra la casa presidencial, ha desatado un nuevo episodio de tensión entre Rusia y Ucrania. Las imágenes de la explosión, difundidas en redes sociales, han sido atribuidas por el gobierno ruso a un “acto terrorista planeado” por Ucrania, con quien se encuentra en guerra desde febrero de 2022.
Aunque las imágenes no han podido ser verificadas, el gobierno ruso ha calificado este incidente como un “atentado contra la vida del presidente de la Federación Rusa”. Por su parte, el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, ha negado la autoría del hecho y ha señalado que su país está “defendiendo nuestras villas y ciudades” en territorio.
El portavoz de la presidencia ucraniana, Mijaylo Podolyak, ha sugerido que Moscú tiene la culpa de este suceso. “Informes como esos orquestados por Rusia deberían considerarse únicamente como un intento por preparar información de base para un ataque terrorista de gran escala en Ucrania”, dijo Podolyak.
El exmandatario ruso Dmitry Medvedev ha ido más allá y ha pedido la “eliminación física” de Zelenski tras el ataque. “Después del ataque terrorista de hoy, no hay opciones que dejen de lado la eliminación física de Zelensky y su camarilla”, ha señalado Medvedev.
El Comité de Investigación de Rusia ha abierto un caso penal por el ataque. “El Departamento de Investigación Principal del Comité de Investigación de Rusia inició un caso penal (…) en relación con un intento de ataque a la residencia del presidente de Rusia en el Kremlin”, indicó la agencia estatal en un comunicado.
El hecho ha provocado todo tipo de reacciones: El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha dudado sobre la atribución del ataque a Ucrania y ha dicho que tomará “con pinzas cualquier cosa que venga del Kremlin”.
Por otro lado, el experto en Europa del este Sergej Sumlenny cree que Rusia es responsable, ya que el Kremlin suministró una rápida confirmación del incidente y el video que circuló aparentemente de un circuito cerrado de televisión provino de cámaras controladas por el gobierno, lo que sería evidencia de que Rusia “quiere que lo veamos”.
Lea, además: Autoridades desactivan artefactos explosivos en Palmor.