El Post

En cualquier semáforo de Santa Marta usted pudo haberlo visto mientras llevaba alguna de sus carreras. Quizá a mediodía, cuando los trancones desesperan incluso más que el sol que le obligaba a protegerse los brazos con su chaqueta.

Sí. Este hombre se ha dedicado a ser mototaxista. Uno más de los miles que hay en la ciudad y que ha visto afectada su movilidad por el decreto 210 del 6 de septiembre. El mismo que obliga a sus colegas a buscar otras formas de percibir ingresos. Algo que él no hará porque se inclinó por combinar esa profesión informal con sus estudios en la Universidad del Magdalena.

Su nombre es Antony Reyes Cañas. Tiene 29 años, es hijo, esposo, padre y, después de tanto esfuerzo, Licenciado en Educación Básica con énfasis en Informática.

Este joven siempre ha sostenido en que la Educación “es una puerta para el futuro de aquellos que quieran tener una estabilidad”.

La historia de Antony

Su historia es una de las 902 que se dieron en la reciente ceremonia de graduación de la Universidad del Magdalena.

Reyes, un joven soñador, refleja en su piel las largas jornadas de trabajo que ha tenido que pasar sobre la motocicleta para lograr ser un profesional universitario.

“Salgo en el día a trabajar como mototaxi, en la tarde hacía mis prácticas en un colegio y en la noche sigo trabajando en la moto, aun así, hemos logrado salir adelante”, comenta.

Su familia fue su motivación. Sobre todo, su pequeño hijo de dos años.

Antony siempre ha sido un creyente en que la educación es la herramienta más poderosa para cambiar vidas. Hoy, es el ejemplo hecho realidad.

Sin duda, su logro es inspirador. Más cuando muchos jóvenes con pocas oportunidades ven limitados sus sueños de formación y crecimiento intelectual.

“Me di cuenta que para superarme debía estudiar, a base de esfuerzo y dedicación”, asegura.

No fue fácil llegar hasta este punto. Sin embargo, siempre recbió el respaldo de la Universidad.

“Muchos de mis compañeros viven del día a día, del trabajo arduo, y siempre se encuentra ese respaldo que se necesita de la Universidad”, dijo.

Que la vida le conduzca rápido y seguro a un empleo en el que pueda ejercer su licenciatura, sostener a su familia y las asoleadas sobre la moto sean el recuerdo de su historia de superación.

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